FÍSICA, QUÍMICA Y FÍSICO-QUÍMICA DE LOS SUELOS
Determinación del intervalo hídrico óptimo en usoles de la región semiárida pampeana
Romina Fernández1*; Alberto Quiroga1-2; Carlos Lobartini3 & Elke Noellemeyer2
1. INTA Anguil
2. Facultad de Agronomía, UNLPam
3. Departamento Agronomía, UNSur
* Autor de contacto: fernandez.romina@inta.gob.ar
Recibido: 11-11-16
Recibido con revisiones: 31-08-17
Aceptado: 03-09-17
RESUMEN
En la región semiárida pampeana el intervalo hídrico óptimo (IHO) no ha sido utilizado para valorar cambios en la calidad del suelo relacionados al manejo. El objetivo del trabajo fue caracterizar y evaluar el IHO en un suelo bajo uso en vegetación natural con gramíneas perennes (VN) y bajo uso agrícola (A). El estudio se desarrolló en Paleustoles petrocálcicos de la planicie con tosca de la Región Semiárida Pampeana Central. En un suelo VN y otro bajo uso A, y en estrato superior, medio e inferior del perfil respectivamente, se determinó, arcilla, limo, porosidad total, contenido de carbono, nitrógeno y el IHO. El uso A condicionó los valores del IHO en los dos primeros estratos y presentó mayores diferencias entre profundidades con respecto al suelo en VN. Los valores promedios del IHO para el suelo VN fueron 0,14; 0,15 y 0,15 cm3 cm-3 y en el suelo A de 0,06, 0,01 y 0,18 cm3 cm-3 en estratos superior, medio e inferior respectivamente. En ambos usos, el límite húmedo del IHO fue el contenido hídrico en capacidad de campo. El límite seco en el suelo A lo representó la curva de resistencia a la penetración, en cambio en el suelo VN el límite seco correspondió a la curva de punto de marchitez. Se observó que el IHO correlacionó con carbono y nitrógeno en el estrato superior e inferior, mientras que en el estrato medio del perfil esta relación no fue importante. En general se puede inferir que el intervalo hídrico óptimo fue un indicador sensible que reflejó los cambios en el sistema poroso del suelo bajo el uso agrícola con respecto a un suelo de similar textura bajo vegetación natural.
Palabras clave: Uso del suelo; Resistencia a la penetración; Densidad aparente; Agua disponible.
Determination of least limiting water range in ustolls of the semarid pampas
ABSTRACT
The Least Limiting Water Range (IHO) has not been used in the semiarid Pampas to describe the soil quality changes related to management. The objective of this work was to characterize and evaluate the IHO in soils under natural grassland vegetation (VN) and agriculture (A). The study was carried out on petrocalcic Paleustolls in the calcic plains of the central semiarid Pampas. Clay and silt, carbon and nitrogen contents, total porosity and IHO were determined on samples from upper, medium, and lower soil profile layers of a VN and an A soil. Agriculture affected IHO in the upper and medium layer, and showed more differences among layers than VN. Average IHO values for VN were 0.14, 0.15 y 0.15 cm3 cm-3, and 0.06, 0.01 y 0.18 cm3 cm-3 in the A soil for the upper, medium and lower layers, respectively. In both soils the IHO moist limit was determined by field capacity moisture contents, whereas the dry limit was defined by the penetration resistance curve in A and by the permanent wilting point moisture in VN. A positive relation between IHO and total soil carbon and nitrogen was observed for the upper and lower depth layers, while in the medium depth layer this relationship was not important. In general terms, it is concluded that the Least Limiting Water Range was a sensitive indicator which reflected the changes in the soil porous system under agricultural use compared to a soil with similar texture under natural vegetation.
Key words: Soil use; Penetration resistance; Bulk density; Water availability.
INTRODUCCIÓN
Los indicadores de calidad física de suelos más utilizados,
tales como densidad aparente, resistencia a la penetración,
porosidad total y agua disponible no alcanzan a representar
la estructura edáfica en sus aspectos funcionales (Hagan et
al., 1959; Benjamin et al., 2003). El concepto de agua útil
propuesto por Veihmeyer & Hendrickson (1931) describe
el agua comprendida entre capacidad de campo y punto de
marchitez permanente, y presume que el agua se encuentra
totalmente disponible para los cultivos (Kirkham, 2005). Este
concepto está basado en la energía potencial del agua en el
suelo y no considera otras propiedades físicas que afectan
la absorción del agua por las raíces de las plantas (Asgarzadeh et al., 2010). Escaso suministro de oxígeno, baja conductividad hidráulica, alta resistencia a la penetración afectan el crecimiento de las raíces y por ende inciden sobre la
absorción de agua (Letey, 1985; Da Silva et al., 1994). En
tal sentido existe controversia sobre la definición del agua útil (Hagan et al., 1959), ya que según lo expresó Letey
(1985), el crecimiento del cultivo se puede ver afectado antes
de que el agua del suelo alcance el punto de marchitez
permanente.
El intervalo hídrico óptimo (IHO) ha sido propuesto como una variable integradora que refleja la influencia del
agua edáfica y algunas propiedades físicas sobre el crecimiento de los cultivos (Letey, 1985; Da Silva et al., 1994:
Topp et al., 1994; Leão et al., 2006) y fue más sensible que
el contenido de agua útil para detectar la degradación estructural de los suelos (Asgarzadeh et al., 2010; Benjamin & Karlen, 2014). Este indicador tendría la potencialidad de
identificar las condiciones físicas que afectan la funcionalidad de los procesos físicos, químicos y biológicos. El IHO
se define como el rango de agua del suelo en el cual el
crecimiento de las plantas no se encuentra limitado por el
potencial agua (-0,03 MPa a -1,5 MPa), por la aireación (> de 10% de macroporos), ni por la resistencia a la penetración (< 2 MPa) (Da Silva et al., 1994). El IHO está delimitado por el suministro de oxígeno en el límite húmedo y/o por el suministro de agua o la resistencia mecánica en
el límite seco. En un suelo compactado, Boone et al. (1987)
demostraron que las restricciones al crecimiento de las
plantas por excesiva resistencia o reducida difusión de
oxígeno fueron dependientes de la variabilidad del agua
disponible. Tormena et al. (1998) encontraron que menores IHO se relacionaron con alta resistencia a la penetración. El IHO ha sido identificado como un indicador más
sensible que la densidad aparente y el agua disponible para
detectar, describir y cuantificar los efectos de las variaciones en la estructura del suelo sobre las limitaciones físicas
para el crecimiento de las plantas (Letey, 1985; Da Silva et
al., 1994; Tormena et al., 1998; Lapen et al., 2004; Leao
et al., 2006). Cuando aumenta la compactación, el IHO
disminuye, siendo la resistencia a la penetración el factor
más limitante para el crecimiento de las raíces (Da Silva et
al., 1994). Se ha comprobado que el IHO fue influenciado
por el contenido de materia orgánica, la estructura y la
composición granulométrica de los suelos, como también
por la biomasa aérea y de raíces producida por los distintos
cultivos de la rotación (Da Silva et al., 1994; Da Silva & Kay,
1997; Kay et al., 1997; Stirzaker, 1997; Benjamin et al.,
2003, Pilatti et al., 2012; Benjamin et al., 2013; Benjamin& Karlen, 2014; Imhoff et al., 2016; Tormena et al., 2016).
Sin embargo el IHO no brinda información acerca de la
captación y transmisión del agua en el suelo, por lo que
Pilatti & Orellana (2012) proponen incorporar a los estudios propiedades físico-hídricas tales como conductividad
hidráulica e infiltración.
En la Argentina, este indicador ha sido estudiado en
suelos de la región pampeana húmeda (Wilson & Cerana,
2004; Imhoff et al., 2006; Uberto, 2008; Damiano & Moschini, 2011; Minetti, 2012; Pilatti et al., 2012) con resultados promisorios, ya que fue lo suficientemente sensible
para detectar diferencias entre manejos y condiciones climáticas. Aunque Imhoff et al. (2016) señalan que existe
poca información acerca de las relaciones entre el IHO e
indicadores de compactación en suelos de la Argentina.
Específicamente, en la región semiárida pampeana este
indicador no ha sido utilizado para valorar cambios en la
calidad del suelo influenciados por el manejo.
Se planteó como hipótesis que el intervalo hídricoóptimo sería un indicador sensible que refleja los cambios
en el sistema poroso del suelo bajo el uso agrícola en
Paleustoles, sobre todo por el efecto de la compactación
en el límite seco. Por lo cual, el objetivo fue caracterizar y
evaluar el intervalo hídrico óptimo en suelos bajo uso
agrícola y en suelos bajo vegetación natural con gramíneas
perennes de la región semiárida pampeana.
MATERIALES Y MÉTODOS
El estudio se desarrolló sobre Paleustoles petrocalcicos (USDA NRCS, 2014a) ubicados en el sur de la planicie con tosca de la región semiárida pampeana (Fig 1).
Figura 1.
Mapa de la Argentina y de la provincia
de La Pampa, donde se detalla
la zona de estudio.
Figure 1. Map of Argentina and La Pampa, with a
detailed map of the study area.
Se seleccionaron 2 suelos por diferencias en las prácticas de producción, uno de ellos con vegetación de gramíneas permanentes y el otro en agricultura, ambos por más de 50 años. El suelo con vegetación de gramíneas permanentes (VN), de
pastizales naturales presentó Stipa tennuis, Poa ligularis, Bromus brevis, Piptochaetium napostaense y se encuentra localizado en las coordenadas 36°25´03.67´´S, 64°03´08.55´´O a 164
m sobre el nivel del mar. El suelo agrícola (A) localizado en las
coordenadas 36°25’37.87´ ´ S, 64°02´27.51´´O a 164 m sobre el
nivel del mar, fue utilizado en siembra directa no continua que
alternó con labranza de discos, y los cultivos más frecuentes fueron
trigo (Triticum aestivum), girasol (Heliantus annus), maíz (Zea mays), sorgo (Sorghum bicolor), cebada (Hordeum vulgare).
En cada suelo se muestrearon tres perfiles equidistantes
10 metros cada uno. En cada perfil fueron considerados tres
estratos, estrato superior a 0-6 cm de profundidad relacionado con la captación del agua de las precipitaciones, estrato medio a 18-23 cm de profundidad donde mayormente ocurren
las densificaciones de suelo y estrato inferior a 40-46 cm de
profundidad que representaría las características del material parental ya que corresponde al horizonte C. Se extrajeron
muestras disturbadas de los tres estratos y sobre suelo seco al
aire y tamizado por 2 mm, se determinaron las siguientes variables:
• Contenido de arcilla y limo mediante el método de la pipeta
de Robinson (Gee & Bauder, 1986) y contenido de arena por
tamizado. En cada perfil de suelo se tomó una muestra,
compuesta de 3 submuestras por estrato.
• Contenido de carbono y nitrógeno total por combustión seca
(LECO Truspec™). En cada perfil de suelo se tomaron 2 muestras compuestas de 3 submuestras por cada estrato de
profundidad.
• La curva de retención hídrica se determinó mediante la mesa de tensión y el equipo de tensión de Richard (Klute & Klute,
1986). En cada perfil de suelo se extrajeron 5 cilindros de acero
inoxidable de 6 cm de diámetro por 5 cm de altura, por estrato
de profundidad. Las muestras en los cilindros fueron saturadas por capilaridad y cada cilindro fue calibrado a una tensión diferente: 5, 10, 33, 100, 500 KPa. Para la determinación
del contenido de agua en 5 y 10 KPa se utilizó una mesa de
tensión formada por una capa de arena de 8 cm de espesor
sobre la cual se colocaron los cilindros. Para la determinación
del contenido de agua a 33, 100, 500 y 1500 KPa se utilizó un equipo de olla de presión y placas cerámicas. Para la determinación del contenido de humedad a 1500 KPa se utilizó muestra disturbada, tamizada por 2 mm. Una vez alcanzado
el equilibrio, las muestras fueron pesadas y a cada cilindro
se le registraron 3 lecturas de resistencia a la penetración con
penetrómetro digital de laboratorio de 60° de ángulo de cono y 4,9 mm de diámetro basal (Bradford, 1980). Luego, las
muestras se secaron en estufa a 105 ºC hasta peso constante
a fin de determinar el contenido de agua y la densidad aparente (Black & Hartge, 1986) a cada potencial mátrico de la
curva de retención hídrica.
• De cada cilindro se calculó la porosidad total (PT) considerando el contenido de humedad de la muestra de suelo
saturada (Phs) y la muestra de suelo seco (Ps), de acuerdo
con la siguiente ecuación, PT: ((Phs-Ps)/Ps))* 100.
Para determinar el IHO es necesario obtener curvas de retención de agua, de resistencia a la penetración y de porosidad
de aireación (Tormena et al., 1998). Estas curvas se obtienen
a través de expresiones matemáticas denominadas funciones
de pedotransferencia, que permiten relacionar diferentes características y propiedades de los suelos (Bouma & Van Lanen,
1987).
El ajuste de la curva de retención por medio del procedimiento descripto por Da Silva et al. (1994) permite incorporar
la densidad aparente (DA) para estimar la humedad del suelo.
De tal manera que se utilizó la ecuación 1 mediante un algoritmo simplificado desarrollado en hoja de cálculo Excel (Leao& Da Silva et al., 2004) para estimar los contenidos de agua
en capacidad de campo a 33 KPa (curva de CC) y punto de marchitez permanente a 1500 KPa (curva de PMP).
Ecuación 1:
θ: exp
(d+e* DA)
* (ψf)
θ: contenido volumétrico de agua (cm3 cm-3).
DA: densidad aparente (g cm-3).
ψ: potencial (KPa).
d,e, f: Son los parámetros de ajuste de la curva de retención
hídrica del suelo
La resistencia a la penetración es influenciada por la DA
y el contenido de agua del suelo (θ) por lo que una relación
funcional entre resistencia a la penetración, DA y θ puede ser
identificada como curva de resistencia del suelo (RP) (Da Silva& Kay, 1997; Tormena et al., 1998). Esta curva fue ajustada por
medio de un modelo no lineal propuesto por Busscher (1990)
adoptando los procedimientos descriptos por Da Silva et al.
(1994). Para determinar el contenido hídrico del suelo en el
que se alcanza un valor de resistencia a la penetración de 2
MPa considerado restrictivo para el crecimiento de las raíces
(Taylor et al., 1966) se utilizó la ecuación 3.
Ecuación 2:
RP: a θb
DAc
Ecuación 3:
θ: (RP/(a*DAc))1/b
RP: resistencia a la penetración (MPa).
θ: contenido volumétrico de agua (cm3 cm-3).
DA: densidad aparente (g cm-3).
a, b, c son los parámetros de ajustes de la curva de resistencia a la penetración.
El contenido hídrico del suelo comprendido a 10% de porosidad de aireación, considerado adecuado para los cultivos,
se determinó por medio de la ecuación 4.
Ecuación 4:
θPA :
[(1-DA/DP)-0,10]
DA: densidad aparente (g cm-3)
DP: densidad de las partículas (g cm-3)
DP= 2,65 g cm-3
El IHO se calculó según la metodología propuesta por Da
Silva et al. (1994) a partir de la diferencia entre el límite superior (definido como el menor valor entre las curva de CC y
PA) y el límite inferior (definido como el mayor valor entre las
curvas de PMP y RP) para cada valor de DA.
Los resultados de carbono, nitrógeno e IHO se analizaron
estadísticamente mediante ANOVA y las diferencias entre
medias a través del test de Tukey (p< 0,10). Además se utilizó análisis multivariado en el programa InfoStat (Di Rienzo et
al., 2013), para obtener una representación gráfica de las variables edáficas en el plano de las dos primeras componentes
principales.
RESULTADOS
La clase textural de los suelos fue relativamente homogénea y varió entre franco y franco arenoso (Tabla 1). El contenido de carbono y nitrógeno fue menor en suelo agrícola con respecto al suelo en vegetación natural, y disminuyó con la profundidad del perfil.
Tabla 1. Caracterización de los suelos bajo vegetación natural (VN) y agrícola (A). Letras distintas indican diferencias
significativas entre usos para el mismo estrato. Porosidad total (PT), densidad aparente (DA).
Table 1. Soil characterization under natural vegetation (VN) and agriculture (A). Different letters indicate significant differences
between soil uses for the same depth layer. Total porosity (PT), bulk density (DA).
Los parámetros de ajuste obtenidos de las curvas de retención hídrica del suelo tomaron diferentes valores entre estratos para un mismo suelo como también entre usos (Tabla 2). Los parámetros ‘‘d’’ y ‘‘e’’ tuvieron mayor rango en el estrato superior que en los estratos medio e inferior, en cambio el parámetro ‘‘f’’ presentó mayor valor negativo en profundidad. En general, las ecuaciones obtenidas dieron como resultado un ajuste aceptable con R2 entre 40 y 90% en vegetación natural y entre 50 y 86% bajo uso agrícola.
Tabla 2. Parámetros de ajuste de la curva de retención hídrica del
suelo.
Table 2. Parameters of fit for the water retention curve.
Los coeficientes de ajuste del modelo de RP (Ecuación 2) se presentan en la Tabla 3. Los coeficientes de la densidad aparente (‘‘a’’ y ‘‘c’’) presentaron valores positivos mientras que el coeficiente de humedad ‘‘b’’ tuvo valores negativos, por lo cual se afirma que la resistencia a la penetración varió positivamente con la densidad aparente y negativamente con los contenidos de agua. Los R2 obtenidos se encontraron entre 49 y 95% en vegetación natural y entre el 51 y 87% para el uso agrícola.
Tabla 3. Parámetros de ajuste de la curva de resistencia a la
penetración.
Table 3. Parameters of fit for the penetration resistance curve.
Suelo bajo vegetación natural
En el estrato superior, medio e inferior del perfil del suelo
en VN, mayores valores en la DA resultaron en incrementos en la curva de RP y disminución en la de PA, mientras
que las curvas hídricas se mantuvieron estables (Fig 2a,b
y c, respectivamente). El límite superior del IHO para los
tres estratos fue la curva de CC, y el límite inferior estuvo
representado por la curva de PMP en los estratos superior
y medio, en cambio en el estrato inferior la curva de RP representó el límite inferior. Con mayores valores en la DA,
el IHO se mantuvo estable en el estrato superior (Fig 3a),
aumentó en el estrato medio (Fig 3b) y disminuyo en el
estrato inferior (Fig 3c).
Figura 2. Variación del contenido hídrico volumétrico con la densidad aparente, curvas de porosidad de aireación (PA), capacidad de campo (CC), punto de marchitez permanente (PMP) y resistencia a la penetración
(RP), en un suelo bajo uso en vegetación natural en estrato a) superior, b) medio y c) inferior.
Figure 2. Variation of soil volumetric moisture contents with bulk density (DA), air-filled pore space (PA), field capacity (CC), permanent wilting point (PMP), and penetration resistance (RP) in a soil under natural
vegetation in upper (a), medium (b), and lower (c) depth layers of the profile.
Figura 3. Variación del intervalo hídrico óptimo (IHO) en función de la densidad del suelo bajo uso en vegetación natural en estrato a) superior, b) medio y c) inferior del perfil de suelo.
Figure 3. Variation of the least limiting water range (IHO) as function of bulk density (DA) in a soil under natural vegetation in upper (a), medium (b), and lower (c) depth layers of the profile.
Suelo bajo uso agrícola
En el estrato superior del suelo A mayores valores en
la DA incrementaron en mayor grado la RP y dieron lugar
a disminución en la PA (Fig 4a). La curva de RP, fue el límite inferior del IHO a partir de 1,17 g cm-3. En el estrato medio
del perfil la curva de RP y PA mostraron similar comportamiento que en el estrato superior ante incrementos en la
DA, mientras que la curva de CC y PMP se mantuvieron
relativamente constantes (Fig 4b). El límite inferior del IHO
para todas las DA medidas fue la curva de RP. En el estrato
inferior del perfil, a medida que la DA aumentó, las curvas
de CC, PMP y RP se mantuvieron relativamente constantes,
aunque el límite inferior del IHO para cada densidad aparente estuvo dado por la curva de RP y no por el contenido
hídrico en PMP (Fig 4c). La relación funcional entre el IHO
y la densidad del suelo se presenta en la Figura 5. En el estrato
superior (Fig 5a) el IHO se relacionó positivamente con la
DA hasta 1,15 g cm-3 y negativamente para valores superiores. Para el estrato medio del perfil (Fig 5b), el IHO se
relacionó negativamente con la DA y valores superiores a
1,22 g cm-3 de DA definido como densidad crítica (Tormenaet al., 1999) condujo a contenidos de IHO de 0 cm3 cm-3.
Figura 4. Variación del contenido hídrico volumétrico con la densidad aparente, curvas de porosidad de aireación (PA), capacidad de campo (CC), punto de marchitez permanente (PMP) y resistencia a la penetración
(RP), en suelo bajo uso agrícola en estrato a) superior, b) medio y c) inferior.
Figure 4. Variation of soil volumetric moisture contents with bulk density (DA), air-filled pore space (PA), field capacity (CC), permanent wilting point (PMP), and penetration resistance (RP) in a soil under agriculture
in upper (a), medium (b), and lower (c) depth layers of the profile.
Figura 5. Variación del intervalo hídrico óptimo (IHO) en función de la densidad aparente del suelo bajo uso agrícola en estrato a) superior, b) medio y c) inferior del perfil de suelo.
Figure 5. Variation of the least limiting water range (IHO) as function of bulk density (DA) in a soil under agriculture in upper (a), medium (b), and lower (c) depth layers of the profile.
En el estrato inferior del perfil (Fig 5 c) el IHO aumentó con la densidad del suelo, registrándose el valor máximo
en 1,32 g cm-3.
Bajo uso agrícola y en los tres estratos considerados se
comprobó que el límite superior del IHO fue el contenido
hídrico en CC, no obstante, la tendencia en algunos estratos
fue a una importante disminución en la curva de PA.
Comparación del IHO entre suelos en vegetación
natural y agrícola.
Los valores promedios del IHO se muestran en la Figura 6. El uso A condicionó los valores del IHO en los dos
primeros estratos y presentó mayores diferencias entre
profundidades con respecto al suelo en vegetación natural. En el estrato superior los rangos del IHO fueron 0,03
a 0,08 cm3 cm-3 bajo uso A y 0,13 a 0,14 cm3 cm-3 en VN.
En el estrato medio también se comprobó el efecto del uso
del suelo sobre el IHO, con un rango en suelos A de 0,00
a 0,05 cm3 cm-3 y en VN de 0,14 a 0,17 cm3 cm-3.
El suelo bajo uso VN presentó pocas diferencias entre
los tres estratos evaluados. En cambio bajo uso A mayores
valores de IHO se obtuvieron en el estrato inferior con
respecto a los dos superiores.
Figura 6. Intervalo hídrico óptimo (IHO) en estrato superior (S), medio (M) e inferior (I), para suelos bajo uso a) vegetación natural y b) agrícola.
Letras distintas indican diferencias estadísticas significativas entre uso para el mismo estrato.
Figure 6. Least limiting water range (IHO) in upper (S), medium (M) and lower (I) depth layers of profile for a) natural vegetation and b) agriculture soils.
Letters indicate statistically significant differences between soil uses for the same depth layer.
Relación entre el IHO y propiedades edáficas
influenciadas por distintas prácticas de uso
La relación entre el IHO y la densidad aparente dependió principalmente del uso del suelo pero también del estrato evaluado. En suelo bajo VN el IHO no se relacionó con los valores obtenidos de DA, ya que el estrato superior
presentó menores valores de DA con respecto a los estratos medio e inferior, pero los IHO fueron similares entre
sí. En cambio, el uso agrícola se comportó de manera diferente: los valores de DA presentaron menor amplitud
que en VN, pero los valores del IHO por estrato fueron muy
distintos, en el estrato medio fueron bajos, mientras que
los obtenidos en el estrato inferior fueron altos, y similares
a los hallados en el uso VN.
La matriz de correlación entre el IHO con variables
relacionadas a la compactación y fertilidad del suelo se
presenta en la Tabla 4. En términos generales, para el estrato superior se observó que el carbono (C), nitrógeno (N)
y arena fina (50-250 µm) fueron las variables que influenciaron positivamente sobre IHO, mientras que los
contenidos de arcilla, limo y en menor medida la DA presentaron relación negativa. En el estrato medio, la porosidad total (PT), arena fina y arcilla presentaron las relaciones más altas, comprobándose menores valores del
IHO a mayores contenidos de arcilla. En el estrato inferior,
las variables que más se relacionaron con el IHO fueron
limo, arcilla, C, N y PT, mientras que arena fina y DA influenciaron negativamente.
Tabla 4. Coeficientes de correlación en estratos superior,
medio e inferior bajo uso agrícola y vegetación natural, para
las relaciones entre el intervalo hídrico óptimo (IHO) y carbono
(C), nitrógeno (N), densidad aparente (DA), porosidad total
(PT), arcilla (Ar), limo (li) y arena fina (AF).
Table 4. Correlation coefficients in upper, medium and lower
depth layers in agricultural and natural vegetation soil profiles
for relationships between the least limiting water range (IHO)
and carbon (C), nitrogen (N), bulk density (DA), total porosity
(PT), clay (Ar), silt (Li) and fine sand (AF).
La Figura 7 muestra la distribución de los sitios evaluados en el plano de las dos primeras componentes principales para los estratos superior, medio e inferior. Para el estrato superior la componente principal 1 explicó el 96,5% de la variabilidad y la componente principal 2 el 3,2%, resultando en un 99,7% de la variabilidad total de los datos (Fig 7a). Las variables que definieron positivamente la componente 1 fueron IHO, PT, C, N y arena fina, mientras que las variables que estuvieron asociadas negativamente fueron DA, arcilla y limo. Para la componente principal 2 se encontró una relación positiva con arcilla.
Figura 7. Bi-plot de componentes principales en suelos en vegetación
natural (VN, tres replicas) y agrícola (A, tres replicas), en a)
estrato superior, b) estrato medio y c) estrato inferior.
Las variables son: intervalo hídrico optimo (IHO) y carbono (C),
nitrógeno (N), relación C/N, densidad aparente (DA), porosidad
total (PT), arcilla (Ar), limo (li) y arena fina (AF).
Figure 7. Bi-plot of principal components in a) upper, b) medium, and c)
lower depth layers of profile for natural vegetation (VN, three
repetitions) and agriculture (A, three repetitions) soils. Variables
are: least limiting water range (IHO), carbon (C), nitrogen (N),
carbon-nitrogen ratio (C/N), bulk density (DA), total porosity (PT),
clay (Ar), silt (Li), and fine sand (AF).
En el estrato medio (Fig 7b) la componente principal
1 explicó el 84,3% de la variabilidad y la componente
principal 2 el 14,3%, resultando en un 98,6% de la variabilidad total de los datos. Las variables que definieron
positivamente la componente 1 fueron C, arcilla, limo y
DA, mientras que aquellas que estuvieron asociadas negativamente fueron IHO, PT y arena fina. Para la componente principal 2 se encontraron relaciones positivas con
N y en menor medida con C.
En estrato inferior (Fig 7c) la componente principal 1
explicó el 88,8% de la variabilidad y la componente principal 2 el 9,5%, resultando un 98,3% de la variabilidad total de los datos. Las variables que definieron positivamente la componente 1 fueron DA y arena fina y negativas IHO,
C, N, PT, arcilla y limo. La componente principal 2 se relacionó DA.
Las variables que más se relacionaron en el uso A, en
estrato superior y medio del perfil, fueron los contenidos de limo y DA, mientras que en VN fueron el IHO, y la PT.
En cambio en estrato inferior el uso A se relacionó mayormente con el IHO, C y N, mientras que VN se asoció con
arena fina.
DISCUSIÓN
En el suelo A los valores del IHO representan un 52 y
96% menos para los estratos superior y medio respectivamente, en cambio, en el estrato inferior el IHO fue un 22%
mayor con respecto a VN. Los valores del IHO obtenidos
en este estudio se encuentran dentro de los rangos reportados por la bibliografía en suelos de distinta composición
granulométrica. En suelos arcillosos se han obtenido valores entre 0-0,17 cm3 cm-3 (Cecagno et al., 2016), 0-0,14
(Lima et al., 2012) y 0-0,11 cm3 cm-3 (Tormena et al., 1999);
en suelo franco arcillosos 0,03-0,11 cm3 cm-3 (Safadoust et al., 2014), franco limosos 0-0,19 cm3 cm-3 (Minetti,
2012), 011-0,18 cm3 cm-3 ( Pilatti & Orellana 1993) y 0,15-0,20 cm3 cm-3 (Damiano & Moschini, 2011), francos 0,-0,17 cm3 cm-3 (Imhoff et al., 2016), 0,05-0,13 cm3 cm-3 (Benjamin et al., 2003), y en suelo franco arenoso 0,05-0,20 cm3 cm-3 (Chen et al., 2014) y 0,08- 0,11 cm3 cm-3 (Safadoust et al., 2014).
Orellana & Pilatti (1998) concluyeron que suelos con
altos IHO presentaron resiliencia al estrés ambiental. Profundizando en estos aspectos Pilatti & Orellana (2012) evaluaron la calidad física de Argiudoles bajo vegetación
natural y obtuvieron valores del IHO de 0,19 cm3 cm-3,
sugiriendo que estos suelos con mayores contenidos de
C con respecto a situaciones agrícolas, ofrecen buen estado físico para el establecimiento, exploración y actividad
radical.
Los resultados del presente estudio demuestran que
también en Paleustoles de la región semiárida pampeana bajo vegetación natural fue posible alcanzar valores del IHO
similares a los hallados en la región húmeda pampeana con
granulometrías más finas.
La compactación altera la porosidad total del suelo y
la distribución del tamaño de los poros, de tal manera que
se produce una disminución de los macroporos y un aumento de los microporos, lo cual debería manifestarse en
los valores de densidad aparente (Hamza & Anderson, 2005; Kay et al., 1997). En promedio el suelo A presentó mayores valores de DA con respecto a VN, sin embargo los valores de DA en suelos agrícolas no superaron 1,40 g cm-3,
y por ende en suelos de textura franca no reflejarían limitaciones en el sistema poroso (USDA NRCS, 2014b). Pero
los datos obtenidos reflejaron que la variación en la DA presentó un importante impacto sobre las curvas de resistencia
a la penetración, principalmente en el suelo agrícola. La curva
de RP fue el límite inferior del IHO bajo agricultura en el estrato superior y medio, mientras que en el estrato inferior ésta
se encontró próxima a la de PMP y constituyó el límite inferior del IHO a un valor considerablemente menor de DA
(1,17 g cm-3). Estos resultados estarían indicando que los
cultivos serán afectados por la elevada resistencia a la penetración antes de que el suelo alcance el punto de marchitez permanente, lo cual significa que las raíces no podrán
aprovechar el agua físicamente disponible comprendida entre capacidad de campo y punto de marchitez permanente,
aún a un valor de DA considerado bajo (1,17 g cm-3). Por lo
consiguiente se podría estipular que la DA no sería un buen
indicador de calidad en estos suelos, como ya fue observado
para otras regiones climáticas y tipos de suelos por Benjamín et al. (2003); Logsdon & Karlen (2004); Dexter et al. (2007)
y Asgarzadeh et al. (2010).
En ambos usos, en los tres estratos evaluados, el límite
superior del IHO fue el contenido hídrico en CC, lo cual
demostraría que dentro del rango de las DA medidas no
existirían problemas de falta de oxígeno para las raíces de
los cultivos, aún a densidades aparentes altas. Estos resultados podrían explicarse por la composición granulométrica de los suelos en estudio, siendo de textura franco y
franco arenoso (Tabla 1), teniendo en cuenta que no se
han reportado limitaciones en la porosidad de aireación
en suelos de texturas arenoso franco (Safadoust et al., 2014;
Cecagno et al., 2016). En cambio en suelos con granulometrías más finas esto ha sido observado frecuentemente.
Estudios realizados por Micucci & Taboada (2006) y Taboada et al., (2008) han permitido saber que los suelos limosos pampeanos poseen baja porosidad estructural,
responsable de la aireación, perjudicando el contenido de
agua disponible.
Tormena et al. (1999) y Lima et al. (2012) concluyeron
que en un suelo arcilloso el límite superior del IHO fue dado
por la curva de CC, mientras que en un suelo limoso (Minetti,
2012), otro arcilloso (Topp et al., 1994) y otro franco
arcilloso (Safadoust et al., 2014) la curva de PA reemplazó en el límite superior a la curva de CC.
En el suelo bajo VN el IHO estuvo definido entre la curva de CC y la de PMP en los tres estratos, en cambio bajo
uso A el límite inferior no correspondió a la curva de PMP
para todas las DA medidas. En este sentido se obtuvo que
la curva de CC representó el límite superior y la curva de
RP el límite inferior a partir de 1,17 g cm-3 de DA (en estrato
superior y medio). El IHO disminuyó bajo uso agrícola en
los estratos superior y medio con mayores valores de DA,
lo cual implicaría que estas profundidades se encuentran
más afectadas por la compactación del suelo.
A nivel general se puede expresar que las propiedades
edáficas que influenciaron en mayor grado sobre el IHO
variaron entre el uso del suelo y el estrato considerado. Por
ejemplo, el suelo en VN presentó en los 3 estratos diferentes contenidos de C y N pero los valores hallados del
IHO fueron similares entre sí. De la misma manera bajo
uso A, el estrato inferior con menor contenido de C y N
(Tabla 1) fue el que presentó mayor IHO. Sin embargo, en
términos generales, se observó que el IHO correlacionó con C y N en el estrato superior e inferior, mientras que
en el estrato medio los contenidos de arcilla, arena finas,
PT y DA influenciaron en mayor grado sobre el IHO. Esto
indicaría que el estrato medio de estos suelos representó un espesor diferente con respecto a los demás, donde se
producirían los procesos de densificación y compactación
a causa del uso. La complejidad de las relaciones entre IHO
y otras variables edáficas que representan la fertilidad y
estructura están evidentes en los bi-plot de los análisis de
componentes principales donde se pudo observar que la
asociación entre las variables tomó distintos patrones de
acuerdo al estrato de profundidad.
En suelos de similar granulometría algunos autores han
obtenido relaciones positivas entre el IHO y los contenidos de C (Kay et al., 1997). Estudios más recientes demostraron que el IHO además de estar afectado por los contenidos de C, se relacionó con DA, arcilla y carbonato de
calcio (Safadoust et al., 2014). Imhoff et al. (2016) proponen que la textura, el C y el contenido de agua son los
factores más importantes que controlan la degradación
física de los suelos. Esto se condice con los resultados de
este estudio, que indicaron que en suelos de similar textura a mayores contenidos de C el IHO adquiere los valores más altos, ya que en promedio este fue mayor en
suelos en vegetación natural (0,15 cm3 cm-3) con respecto
al uso agrícola (0,08 cm3 cm-3).
Puede inferirse que la producción de los cultivos en
suelos con IHO más bajos dependerá en mayor medida de la distribución y cantidad de las precipitaciones durante
el ciclo. En condiciones climáticas con precipitaciones frecuentes, las propiedades físicas que limitan la disponibilidad de agua no serían perjudiciales para el crecimiento y
el desarrollo del cultivo, cuando el IHO es condicionado
en su límite inferior por la RP. Mientras que en ciclos más
secos, con menor frecuencia de precipitaciones, la resistencia a la penetración antes que el agua útil limitaría la
producción de los cultivos. El estudio del IHO en zonas
semiáridas es reciente, no existen antecedentes sobre las
interacciones entre el sistema poroso y el desarrollo y
actividad de las raíces de los cultivos.
CONCLUSIONES
Estos resultados preliminares para Ustoles de la región
semiárida pampeana muestran que el intervalo hídrico óptimo resultó un indicador sensible que reflejó los cambios en el sistema poroso del suelo bajo uso agrícola con
respecto a un suelo de similar granulometría bajo vegetación natural.
En ambos usos, el límite superior del IHO fue el contenido hídrico en CC, lo cual demostraría que no existirían
restricciones por falta de oxígeno para las raíces de los
cultivos. El límite inferior en suelos A lo representó la curva
de RP, indicando procesos de densificación y compactación
a causa del uso, principalmente en el estrato medio del perfil. En cambio en el suelo bajo uso en VN el límite inferior
correspondió la curva de PMP, no mostrando limitaciones
de compactación que dificulten la absorción del agua por
parte de los cultivos.
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