NOTAS
Comparación de técnicas para compostar cama de pollo
Hernán Paterlini1; María Virginia González1* & Liliana Piconi1
1. FCA-UNMdP. Balcarce.
* Autor de contacto: lastre19@yahoo.es
Recibido: 23-04-17
Recibido con revisiones: 16-08-17
Aceptado: 17-08-17
RESUMEN
El proceso de compostaje ha generado un gran interés como una buena alternativa para manejar el exceso de estiércol producido en la industria avícola. El objetivo de este estudio fue evaluar dos técnicas para compostar la cama de pollo, comparando las pilas volteadas y regadas (PV) con aquellas estáticas y sin riego (PE), con el fin de obtener un producto de alto valor nutritivo y estabilizado que pueda ser aplicado en el suelo. En las PV se realizaron 9 volteos y 8 riegos mientras que las PE fueron sometidas a un solo volteo. Las pilas, 3 de cada tipo, estuvieron expuestas al aire libre y sin cobertura. Durante el período de compostaje (104 días) se realizaron 43 mediciones de temperatura en superficie, cada 2 o 3 días, en 4 puntos fijos: 2 a mitad de altura en dos lados y 2 en la parte superior. Al final del proceso se determinó el contenido de carbono total (CT), nitrógeno total (NT), amonio (N-NH4+) y nitrato (N-NO3-). En las PV se registraron incrementos en la temperatura después de cada volteo, alcanzando valores promedio máximos entre 58 y 62 oC en la parte superior, seguidos por descensos hasta el próximo volteo. En las PE, también se observaron picos de temperatura pero de menor magnitud, asociados al único volteo (42 oC) o intensa lluvia (52 oC). Después de 60 y 80 días de compostaje en las PV y PE, respectivamente, la temperatura se estabilizó y descendió a valores cercanos a temperatura ambiente, entre 30 y 33 oC. Los índices químicos de evaluación de madurez como las relaciones C/N y N-NH4+/N-NO3- fueron similar entre ambas técnicas de compostaje (9,56 y 0,11 en las PV, y 11,33 y 0,12 en las PE de C/N y N-NH4+/N-NO3-, respectivamente). Ambas técnicas de compostaje de la cama de pollo generaron un producto maduro; no obstante con respecto al control de los organismos patógenos las PE no lograron la temperatura máxima aconsejada para inactivar los mismos.
Palabras clave: Residuos avícolas; Madurez del compost; Tecnologías de compostaje; Temperatura en pilas.
Comparison of composting broiler litter technique
ABSTRACT
The composting process has been gaining great attention as a good alternative technique to handle the manure excess generated
by the poultry industry.
The objective of this study was to evaluate two broiler litter composting techniques comparing turned and watered piles (PV)
with those statics (PE), in order to get a valuable and stabilized product that can be applied to the soil. In the PV, 9 turnings
and 8 irrigations were performed while the PE were subject to a single turning. Piles, 3 of each type, were exposed outdoors
and had no cover. During composting period (101 days), 43 surface temperature measurements were performed, every 2 or
3 days, at 4 fixed points: 2 at half height on the two sides and 2 on top. At the end of the process, total carbon (TC), total nitrogen
(NT), ammonium (N-NH4+) and nitrate (N-NO3-) content were determined. In PV, temperature increases were recorded after
each turning operation, reaching values that averaged between 58 and 62
oC on the top of piles, followed by decreases until
the next turning operation. In PE, several temperature peaks were also observed but smaller, which were associated to the unique
turning (42
oC) or intense rain (52
oC). After 60 and 80 days of composting in PV and PE; respectively, temperature stabilized
and dropped to values close to room temperature, between 30 and 33
oC. Chemical indices of maturity evaluation such as
C/N and N-NH4+/N-NO3- ratio were similar between both composting techniques (9.56 and 0.11 for PV, and 11.33 and 0.12
for PE in C/N and N-NH4+/N-NO3-, respectively). Both techniques generated a mature product; however regarding the control
of pathogenic organisms PE did not achieve the maximum temperature advised to inactivate them.
Key words: Poultry manure; Compost maturity; Composting technologies; Pile temperature.
INTRODUCCIÓN
En la Argentina se generan por año, aproximadamente
3,6 millones de toneladas de excretas de pollo, a las que se
suma el material usado para formar la cama el cual es 1,7
millones de toneladas (Ministerio de Agroindustria, 2015).
En los últimos 15 años, la industria avícola argentina triplicó su producción (CEPA, 2017). De modo que, el sector avícola
es un sector productivo con gran crecimiento y desarrollo
que requiere la implementación de las mejores técnicas de
tratamiento de los residuos para reducir los riesgos de impacto ambiental y sanitario (Leonardi, 2013).
Cuando no son manejados adecuadamente, los desechos generados en las granjas avícolas pueden provocar
graves problemas ambientales como liberación de microorganismos patógenos al ambiente (Bolan et al., 2010),
lixiviación de nitrato (NO3-) hacia napas subterráneas
(Bitzer & Sims, 1988) lo que puede afectar la calidad de agua
para consumo, y escurrimiento de fósforo hacia cursos de
agua acelerando el proceso de eutrofización (Schroeder et
al., 2004). Una buena alternativa para el tratamiento de
estos residuos es el compostaje, proceso aeróbico natural
y ambientalmente aceptado, que transforma los residuos
orgánicos frescos en un producto biológicamente estable,
parecido al humus (Rynk et al., 1992). El compostaje es un
proceso beneficioso para el medio ambiente ya que los
nutrientes son convertidos a formas más estables siendo
menos propensos a lixiviarse o moverse por escurrimiento; a su vez, reduce el volumen y contenido de agua del
material (Larney et al., 2000) mejorando su manipulación
y transporte. Además, si durante el proceso se alcanzan las
temperaturas adecuadas, se destruyen la mayoría de los
parásitos (Van Herk et al., 2004), microorganismos patógenos (Larney et al., 2003) y semillas de malezas (Larney & Blackshaw, 2003), y se reduce la emisión de olores mediante la disminución de los niveles de hidrocarburos biodegradables (Barrington et al., 2002). No obstante estos
beneficios, el compostaje genera pérdidas de nitrógeno (N)
como amoníaco mediante volatilización (Eghball et al.,
1997) u óxido nitroso por desnitrificación (Hao et al., 2004)
el cual es un gas efecto invernadero al igual que el dióxido
de carbono (CO2) que se libera principalmente por oxidación de los materiales carbonados (Eghball et al., 1997).
Existen varias técnicas para producir un compost de
calidad y sin efectos adversos para el ambiente. Entre ellas
están: 1) pilas estáticas que se realizan apilando residuos
que se dejan sin mover, por lo que su aireación se efectúa
pasivamente, 2) pilas estáticas con aireación pasiva (tubos perforados) o forzada (inyección o succión de aire), en las
cuales los materiales son aireados frecuentemente de
manera de garantizar la concentración adecuada de oxígeno, 3) hileras con volteo, en las cuales el material es dispuesto en hileras y volteado durante el proceso de compostaje, ya sea de manera manual o mecánica, y por último
4) reactores donde el proceso se desarrolla en un contenedor cerrado con aireación forzada y volteos mecánicos
(Rynk et al., 1992).
El compostaje es un proceso microbiológico que depende en gran medida de la temperatura alcanzada en el
interior del material. Ésta determina la velocidad del proceso de compostaje y define la sucesión de la comunidad
microbiana que interviene en la mineralización de los
compuestos orgánicos (Li & Zhang, 2000). En términos
biológicos, rangos de temperatura mayores a 55
oC son
necesarios para maximizar el saneamiento, de 45 a 55
oC
para maximizar la velocidad de biodegradación, y de 35 a
40
oC para potenciar la diversidad microbiana (Stentiford,
1996). El aumento y la disminución de la temperatura han
sido relacionados con el aumento y la caída de la actividad
de los microorganismos. En general, los microorganismos
heterótrofos aerobios totales, la tasa de consumo de
oxígeno y el contenido de ATP aumentan marcadamente
durante la etapa termófila del compostaje, pero luego
disminuyen lentamente y se mantienen en niveles inferiores al final del proceso (Tiquia et al., 1996). Se ha comprobado que la temperatura correlaciona con muchas de
las variables del compost como el contenido de amonio
(NH4+) y carbono total (CT), la relación C/N, el pH, la
producción de óxido nitroso, las cenizas y la capacidad de
intercambio catiónico (Tiquia et al., 1998). Por lo tanto,
la temperatura puede ser una indicadora de cómo se está llevando a cabo el proceso de compostaje. Cuando el proceso se cumple de manera adecuada, se considera que el
compost obtenido es un producto seguro que puede ser
aplicado al suelo sin efectos adversos para la agricultura
o el ambiente, y es efectivo para ser utilizado como enmienda o fertilizante de liberación lenta.
Por lo tanto, en base a lo mencionado, el principal
objetivo de este estudio fue evaluar dos técnicas para el
compostaje de cama de pollo, con el fin de obtener un producto de alto valor nutritivo y estabilizado que se pueda
aplicar en el suelo. Para ello, se compararon pilas a las cuales
se le realizaron volteos y riegos con pilas estáticas, sin
aireación (ni volteos), y se evaluó la dinámica de la temperatura a lo largo del proceso de compostaje como así también algunos índices de madurez al finalizar el mismo.
MATERIALES Y MÉTODOS
Tratamientos de compostaje
El estudio se llevó a cabo, entre los meses de octubre 2012
y enero 2013, en un lote de la Unidad Integrada Balcarce,
Estación Experimental Agropecuaria INTA Balcarce-Facultad
de Ciencias Agrarias, UNMdP (37º45’13’’S, 58º17’53’’W; 136
m snm), localizada en la provincia de Buenos Aires (Argentina). En este ensayo se utilizó cama de pollo parrillero, proveniente de un establecimiento avícola ubicado en la zona.Para
el compostaje de la cama de pollo se usaron dos sistemas: las
pilas con volteo (PV) y las pilas estáticas, sin aireación (PE). Con
la cama de pollo depositada sobre la superficie del suelo, sin
vegetación y al aire libre, se construyeron 6 pilas de sección
triangular, cuyas dimensiones fueron 2,20 m de largo, 1,80 m
de ancho y 0,75 m de alto. A las tres pilas, denominadas PV,
se les realizaron volteos durante el período de compostaje (104
días, 9 volteos) y 8 riegos en los primeros 61días del proceso.
A posteriori, se suspendieron los riegos debido a que se registraron precipitaciones intensas y más frecuentes (Fig 1). A las
tres pilas, denominadas PE, se les realizó un solo volteo a los
52 días de iniciado el proceso, y nunca fueron regadas.
Figura 1. Precipitaciones (mm) y temperaturas media diarias del aire (oC) durante el proceso de compostaje de la cama de pollo (Datos obtenidos
de la Estación Meteorológica, INTA-Balcarce).
Figure 1. Precipitations (mm) and average daily air temperatures (oC) during the composting period of broiler litter (Data obtained from Weather Station,
INTA-Balcarce).
El estado de humedad del compost se determinó cualitativamente, siguiendo el método del puño (Rynk et al., 1992).
Este procedimiento consiste en tomar un puñado de material, apretarlo con la mano y ver cómo se comporta. El material
debe quedar apelmazado pero sin escurrir agua cuando el contenido de humedad es ideal, si está muy seco no se mantiene
unido sino que se desintegra, y si está muy húmedo al comprimirlo se libera agua. El contenido de humedad se determinó gravimétricamente cuando el material estaba seco al tacto,
y especialmente el día que se iba a efectuar el volteo. Cuando
era necesario, se llevó el material a un contenido de agua entre
40 y 65%, rango citado por Rynk et al. (1992), realizando el
riego en forma manual.
Las mediciones de temperatura se realizaron en los primeros 10 cm de las pilas usando un termómetro pinche que se colocó en 4 puntos fijos: 2 a mitad de altura en dos lados y 2 en la parte
superior de la pila. Las mediciones de temperatura (43 en total
en cada pila) se realizaron siempre en la misma franja horaria
durante la mañana, comenzando el 15 octubre, y luego cada
2 o 3 días. Además, se llevaron registros de las características
macroscópicas de las pilas examinando la evolución de color,
aroma y grado de degradación del material.
Análisis químico
Al finalizar el proceso de compostaje, se tomaron muestras de las pilas. Para ello se recogieron muestras de compost
de 12 puntos, al azar y bien dispersos, que fueron homogeneizadas para integrar una única muestra compuesta (Lavergne, 2002) de cada una de las pilas. Posteriormente, las muestras se analizaron para determinar el contenido de humedad
por gravimetría, secándolas a 105 oC por al menos 24 horas;
N total (NT) mediante digestión y destilación por el método micro-Kjeldahl (Bremner & Mulvaney, 1982); y CT por combustión húmeda con dicromato de potasio y ácido sulfúrico (Walkey & Black, 1934). También, se cuantificó la concentración de
N inorgánico mediante la extracción con KCl 2M, y determinación de NO3- usando un electrodo específico y NH4+ por destilación mediante el método micro-Kjeldahl (Bremner & Mulvaney,
1982).
Análisis estadístico
Se analizaron los resultados de las propiedades físicas y
químicas en ambos tratamientos mediante la realización de un
test t de Student para dos muestras independientes (p<0,05). El
análisis estadístico se efectuó empleando el software libre R
(versión 3.0.0).
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Condiciones climáticas durante el compostaje
La temperatura media diaria del aire durante el período
de compostaje (octubre 2012 - enero 2013) promedió 18,9 oC y fluctuó entre 10,6 y 25,3
oC (Fig 1). La precipitación
total fue de 449 mm, registrándose lluvias de poca intensidad, entre 2 y 9 mm, hasta mediados de diciembre. A partir
de este momento los episodios de lluvias fueron más intensos, llegando hasta 77 y 88 mm el 19 y 24 de diciembre,
respectivamente (Fig 1). En comparación con los datos
históricos correspondientes al período 1970-2008, los meses de octubre y noviembre fueron secos, con lluvias
inferiores a la media, en 48 y 26%, respectivamente. Contrariamente, en diciembre y enero las lluvias superaron a los
valores históricos en 130 y 40%, respectivamente.
El contenido de humedad promedio del compost al final
del proceso fue 47% en las PV y 42% en las PE, no registrándose diferencias significativas (p>0,05) entre ambos
tipos de pilas (Tabla 1). Esta similitud en los contenidos de
humedad puede ser resultado de la retención de las precipitaciones y de una menor pérdida de agua por evaporación debido a la falta de volteos en las PE mientras que
en las PV, que podrían haber perdido mayor cantidad agua
mediante evaporación por efecto de los volteos, el contenido de humedad no disminuyó debido a los riegos periódicos. Entre los factores que contribuyen a la pérdida de
humedad se incluyen la evaporación, el lavado y la aireación (Kelleher et al., 2002). Rynk et al. (1992) reportaron
que el contenido de humedad debería ser mantenido entre
40 y 65% durante el proceso de compostaje.
Tabla 1. Contenido de humedad, carbono total (CT), nitrógeno total (NT)
y nitrógeno inorgánico, y relaciones C/N y N-NH4+/N-NO3- al final del
compostaje de la cama de pollo en las pilas volteadas y regadas (PV)
y en las pilas estáticas, sin riego (PE).
Table 1. Moisture, total carbon (CT), total nitrogen (NT) and inorganic
nitrogen content, and C/N and N-NH4/N-NO3 ratios at the end of broiler
litter composting in turned and irrigated piles (PV) and static piles, without
irrigation (PE).
Letras diferentes en cada fila indican diferencias significativas (p<0,05) en
las propiedades entre PV y PE.
Different letters within each row indicate significant differences (p<0.05) in
properties between PV and PE.
Descripción macroscópica de la cama de pollo
durante el compostaje
Al observar la cama de pollo extraída de los criaderos
se pudieron identificar claramente sus componentes principales, los cuales fueron virutas de madera, cáscaras de
girasol y excrementos de pollos. También, se encontraron en el material trozos pequeños de madera, plumas, cadáveres de pollos, restos de plásticos e insectos. Dentro de
estos últimos, predominaba Alphitobiusdia perinus, denominado vulgarmente como ‘‘escarabajo del estiércol o de
la cama’’, con una alta densidad de adultos como de larvas.
Estos insectos estuvieron presentes durante gran parte del
proceso, desapareciendo hacia fines del mismo. Si bien en
gran medida el material se encontraba disgregado; se podían ver grandes compactaciones formadas por heces secas que cementaban el resto de los componentes. El olor
inicial era muy intenso, pudiendo ser descripto como una
mezcla entre amoniaco, materia fecal y osamenta.
A medida que transcurría el tiempo, el material de las
distintas pilas fue evolucionando de manera diferente. En las
PV, durante los primeros volteos se percibía claramente un
fuerte olor amoniacal, que se fue suavizando gradualmente
hasta llegar a un aroma muy suave y agradable, similar al de
la tierra. El color fue pasando de un marrón claro heterogéneo a un marrón oscuro homogéneo, posiblemente debido al proceso de humificación que iba ocurriendo, y los agregados con apariencia cementada fueron reduciendo su tamaño hasta desaparecer por completo. También, se observó cierto grado de degradación en la viruta, con disminución del
tamaño de partícula y menor consistencia. Se identificaron
hifas de diversos colores (desde blancas hasta gris azulado)
cuya densidad incrementaba progresivamente durante los
primeros 40 días, momento a partir del cual empezó a disminuir hasta dejar de visualizarse. En las PE, el olor al finalizar
el proceso fue similar al original aunque considerablemente
menos intenso mientras que el color fue más claro en comparación con las PV. Todavía se observaban compactaciones
aunque de tamaño menor al inicial. El grado de degradación
de las virutas y cáscaras de semillas era claramente inferior
que en las PV.
Estas características físicas, color, olor y grado de compactación del material, dan una idea general del estado de
degradación alcanzado, pero no aportan suficiente información con respeto al grado de maduración del compost.
La mayoría de las definiciones de madurez de un compost
se refieren a la finalización efectiva del proceso, y la obtención de un producto sin sustancias fitotóxicas. Es por eso
que, generalmente se utilizan algunos parámetros químicos (concentración de NH4+, relación NH4+/NO3-) o mediciones de indicadores relacionados con la germinación y
sobrevivencia de plantas para establecer fehacientemente
la calidad del producto (Bernal et al., 2009; Leconte et al.,
2009).
Evolución de la temperatura en las pilas durante el
compostaje
A partir del análisis de los valores de temperatura a 10
cm de profundidad de las pilas, se observó el efecto de la
zona de medición. En las PV y en la mayoría de las fechas,
se registraron mayores temperaturas en la parte superior
en comparación con la lateral (Fig 2). Con respecto a las
PE, el efecto de localización fue más irregular ya que en
algunas fechas la temperatura determinada en la parte
superior fue similar a aquella observada en la zona lateral
mientras que en otros momentos fue mayor (Fig 3). Posiblemente los puntos de medición ubicados lateralmente
estuvieron más sujetos a la acción del viento, registrando
por ello las menores temperaturas mientras que aquellos
localizados en la parte superior de la pila, estuvieron sometidos a mayores temperaturas como resultado de su exposición directa a la radiación solar. En un ensayo conducido en pilas con volteos y riegos a cielo abierto, en el cual
se monitoreó la temperatura en la zona superior, lateral
y central de las pilas, no se observaron diferencias significativas en la mayor parte de proceso entre las zonas de
medición (López Romero et al., 2015). Este resultado lo
adjudicaron a la cantidad y volumen del material compostado, el cual se apiló con una altura no mayor a 50 cm,
lo que provoca facilidad de manejo y menor compactación
del material. Sin embargo, Bernigaud & Gange (2016) notaron que los sensores de temperatura colocados en la
superficie, a 10 cm de profundidad, registraron oscilaciones diarias de temperatura a diferencia de aquellos colocados más profundos.
Figura 2. Evolución de la temperatura (oC) en los puntos de medición ubicados lateralmente (L1 y L2) y en la parte superior (S3 y S4) de las pilas con
volteos y regadas (PV) durante el periodo de compostaje de la cama de pollo. Flechas indican los volteos.
Figure 2.Temperature evolution (oC) at measurement points located laterally (L1 and L 2) and at the top (S3 and S4) of turned and watered piles (PV)
during broiler litter composting period. Arrows indicate turnings.
Figura 3. Evolución de la temperatura (oC) en los puntos de medición ubicados lateralmente (L1 y L2) y en la parte superior (S3 y S4) de las pilas estáticas,
sin riego (PE) durante el periodo de compostaje de la cama de pollo. La flecha indica el único volteo a los 52 días.
Figure 3.Temperature evolution (oC) at measurement points located laterally (L1 and L2) and at the top (S3 and S4) of static piles, without irrigation
(PE) during broiler litter composting period. Arrow indicates the unique turning after 52 days.
Durante el proceso de compostaje las PV mostraron un
aumento de la temperatura inmediatamente después de cada volteo, seguido por un descenso de la misma hasta la próxima operación de volteo en que volvió a aumentar (Fig 2).
Brodie et al. (2000) investigando el compostaje de la cama
de pollo en pilas con volteos cada 10 días, lograron temperaturas altas las cuales decaían después de cada volteo por
un periodo corto de tiempo. Este patrón de variación de la
temperatura como consecuencia de los volteos ha sido
reportado en varias experiencias en sistemas con volteos,
utilizando estiércol de gallina con aserrín (Leconte et al.,
2009), de vacuno (Larney & Olson, 2006), y de pollo fresco
con aserrín (Ogunwande et al., 2008). Mediante el volteo
se reactiva el proceso debido a la incorporación al interior
de la pila del material expuesto en la superficie de la misma,
proporcionando un sustrato degradable para la biomasa
microbiana (García Gómez et al., 2003). Lo más importante del volteo es la homogenización del material, la
redistribución de los microorganismos, los nutrientes y la
humedad, y la reducción del tamaño de las partículas. En
las PE, a los 52 días de iniciado el proceso se realizó el único
volteo generando un pico de 42 oC, indicando la importancia de la aireación (Fig 3). Cuando no hay suficiente aireación y el oxígeno se agota, la actividad microbiana decrece
y con ello la temperatura. Las temperaturas altas y bajas
han sido correlacionadas con el incremento y el descenso
de la actividad de la biomasa microbiana, respectivamente (Tiquia et al., 1996). En estas pilas, a los 68 días del compostaje luego de una lluvia intensa de 77 mm, se registró otro pico de temperatura pero de mayor magnitud, 52 oC
(Fig 3). En esta ocasión el material estaba seco ya que hubo un período prolongado sin lluvias (Fig 1), y las precipitaciones restablecieron la humedad lo cual estimuló la actividad microbiana con la consecuente liberación de
energía y aumento de temperatura.
La dinámica de la temperatura mostró el comportamiento característico del compostaje, la cual aumentó al
comienzo del mismo para estabilizarse y descender hasta
niveles cercanos a la temperatura ambiente al final del
proceso (Bernal et al., 2009). Como se observa en la Figura
2, en las PV se registraron las temperaturas máximas principalmente durante las primeras 5 semanas, lográndose
valores entre 58 y 62
oC en los puntos de medición localizados en la parte superior lo que indica una intensa actividad microbiana como resultado de la descomposición
de compuestos orgánicos lábiles. En los puntos ubicados
lateralmente, también se observaron picos que coincidieron con aquellos detectados en la parte superior; sin
embargo sus temperaturas fueron inferiores, entre 49 y
54 oC. Con respecto a las PE, la temperatura ascendió a 57 oC al segundo día de ser instaladas, pero descendió en los
días siguientes. A los 15 días del proceso, la temperatura
volvió a aumentar alcanzando valores entre 39 y 43 oC,
y se mantuvo constante durante aproximadamente 10
días. Luego del volteo y una intensa lluvia se observaron
otros picos de temperatura (Fig 3). Al final del proceso,
cuando hay menos cantidad de materia orgánica fácilmente degradable, la temperatura comenzó a estabilizarse, después de 80 días de compostaje en las PE y 60 días en las
PV. A partir de este momento, la temperatura descendió y varió entre 30 y 33 ºC siendo próxima a la temperatura
ambiente de 23 oC. El tiempo para alcanzar la estabilidad
es variable y depende de varios factores como el método
de compostaje (Díaz et al., 2002), tamaño de las pilas
(Ogunwande et al., 2008) y tipo de material carbonado
agregado como acondicionador (Leconte et al., 2009), entre
otros. Tiquia et al. (2002) en coincidencia con Brodie et
al. (2000) demostraron que a las pilas estáticas les tomo
más tiempo alcanzar la temperatura ambiente que a las pilas con volteos, indicando que las primeras necesitaban un
período mayor para completar el proceso de compostaje.
Alcanzar temperaturas elevadas es de vital importancia ya que, además de indicar que están ocurriendo las reacciones típicas del compostaje, se logra eliminar una gran
parte de los organismos patógenos. La Agencia de Protección del Medio Ambiente de los Estados Unidos (USEPA,
1999) establece para pilas con volteos una temperatura
superior a 55 ºC la cual debe mantenerse por lo menos,
durante 15 días con un mínimo de 5 volteos durante el período de altas temperaturas. Este período extendido es para
asegurar que el material se mezcle con las altas temperaturas por al menos 3 días. Dicha agencia, también acordó que las pilas estáticas deben mantener una temperatura
mínima de 55
oC por un período de 3 días consecutivos.
En la Argentina se dispone de una Resolución de la Secretaría de Desarrollo Social y Medio Ambiente sobre uso
agrícola de biosólidos, pero aún existe un vacío legal (Laos et al., 2012). En esta experiencia, las PV superaron la temperatura de 55 °C en la superficie y parte superior en
5 períodos de 3 a 4 días consecutivos, excediendo en total
los 15 días, lo cual aseguró la inactivación de los organismos patógenos (Fig 2). En la zona lateral, las temperaturas
superficiales fueron cercanas a 55
oC, por lo tanto si bien
se lograron temperaturas termófilas (mayores a 45
oC) no fueron suficientes para destruir los pató-genos. Bernigaud& Gange (2016) trabajando en pilas de cama de pollo,
registraron temperaturas superficiales (10 cm) en la parte
superior y lateral equivalentes a las de este ensayo mientras que en profundidad (30-60 cm) fueron mayores (superiores a 60 oC), permitiendo la reducción de enterobacterias y anaerobios sulfito reductores. Similarmente,
Tiquia & Tam (2002) y Larney & Olson (2006) observaron
que los picos de temperatura que ocurrieron en el medio
o fondo de las pilas eran de mayor magnitud que aquellos
registrados en la parte superior y en superficie. Por lo tanto,
los volteos frecuentes ayudaron a homogeneizar el material, moviendo la capa superficial más fría del compost
hacia la zona central más cálida, de modo que todo el
material estaría sometido a temperaturas mayores. Con
relación a las PE, en una sola fecha y en la parte superior
se superó la temperatura de 55 oC (Fig 3). Estas pilas no
alcanzaron temperaturas mayores posiblemente a que la
aireación fue insuficiente ya que no fueron volteadas.
Larney & Olson (2006), tampoco lograron superar este límite de temperatura en pilas sin volteos, pero como consecuencia del alto contenido de humedad (0,71kg kg-1) del
estiércol inicial que redujo el movimiento del aire. Por lo
tanto, en este tipo de pilas no habría ocurrido una completa
mortandad de patógenos, siendo preocupante ya que uno de los principales objetivos del compostaje es reducir o
eliminar los patógenos para que de este modo, estos microorganismos no se diseminen al aplicar el compost al
suelo. Sin embargo, Larney et al. (2003) informaron que
más del 99,9% de las bacterias coliformes totales y Escherichia coli fueron eliminadas en los primeros 7 días de
compostaje en sistema de aireación activa, con volteo,
cuando las temperaturas medias variaron entre 33,5 ºC y
la 41,5 ºC, siendo éstas inferiores al valor de referencia de
55 °C. No obstante, sería recomendable para asegurar la
inocuidad microbiana del compost realizar un análisis de
patógenos al finalizar el proceso.
Cuando finalizó el período de compostaje, las dimensiones de las PV fueron 1,83 m de largo, 1,30 m de ancho
y 0,53 de alto mientras que las de las PE fueron 1,98 m de
largo, 1,43 de ancho y 0,58 de alto. Si se comparan estas
dimensiones con las iniciales de 2,20 m de largo, 1,80 m
de ancho y 0,75 m de alto, se nota una disminución la cual
es más marcada en las PV. Este menor volumen total en
las PV es consecuencia de los volteos frecuentes que promovieron un mayor grado de degradación de los compuestos orgánicos, con tasas altas de respiración que generan
una pérdida de carbono como CO2. Brodie et al. (2000)
informaron una reducción del volumen de 33% y 41% en
las pilas estáticas y con volteos, respectivamente, empleadas para compostar el estiércol de pollo con astillas de
madera y aserrín. A pesar de la pérdida de volumen en las
PV, estas pilas no mostraron diferencias significativas
(p>0,05) en el contenido de CT y NT en comparación con
las PE (Tabla 1). Confirmando estos resultados, Tiquia et
al. (2002) observaron que las pilas sin airear tienen menor
pérdida de masa y carbono que las pilas con volteos, sugiriendo que la tasa de descomposición en estas últimas
fue más rápida; sin embargo el producto final de ambos
sistemas de compostaje fue similar en términos de materia
orgánica, contenido de nutrientes y relación C:N.
Desde el punto de vista de la calidad del producto final
es requisito que tenga un alto grado de madurez. Entre los
métodos químicos que se dispone para evaluar la madurez
del compost se menciona la relación C/N medida en la fase
sólida (Bernal et al., 2009). Materiales con una relación C/N menor a 20 son considerados estabilizados y maduros
(Sánchez Monedero et al., 2001; Larney & Hao, 2007). No
obstante, Bernal et al. (1998) mencionaron una relación
C/N menor a 12 como índice de madurez. Como muestra
la Tabla 1, la relación C/N del producto final fue 9,56 en
las PV y 11,3 en las PE las cuales están dentro de los límites mencionados anteriormente. La madurez del compost
también, puede ser definida en términos del proceso de
nitrificación. Cuando la concentración de NH4+ disminuye
y la de NO3- aumenta se considera que el compost está listo
para ser utilizado como enmienda (Finstein & Miller, 1985).
Bernal et al. (1998) sugirieron una relación N-NH4+/N-NO3- menor a 0,16 como un índice de madurez del compost,
independientemente del origen del material. Sin embargo,
el Consejo de Calidad del Compost de California (CCQC,
2001) estableció una relación menor a 0,5 mientras que
Larney & Hao (2007) propusieron valores menores a 1
como indicadores de un material muy estable o maduro.
En ambas pilas, la concentración de NH4+ disminuyó mien-
tras que la de NO3- aumentó al final del compostaje (Tabla
1) ya que durante la fase termófila la nitrificación está
inhibida por la acumulación de NH3 y las altas temperaturas, mayores a 45
oC (Sanchez Monedero et al., 2001).Un
alto nivel de NH4+ indica un material inestable; se estableció un máximo de 0,4 g kg-1 para el compost maduro de
residuos urbanos (Zucconi & de Bertoldi, 1987). En el
presente estudio, los valores de la relación N-NH4+/N-NO3- fueron 0,11 en las PV y 0,12 los cuales están por debajo
del más riguroso índice de madurez. Considerando las dos
relaciones, se deduce que el compost de la cama de pollo
es un producto maduro en ambos tipos de pilas; no obstante sería aconsejable complementar con alguna prueba
para evaluar la fitotoxicidad del mismo.
CONCLUSIONES
Este estudio proporciona datos comparativos de temperaturas superficiales e índices de madurez durante el compostaje de la cama de pollo usando las PV y PE. Las PV con riegos periódicos tuvieron una adecuada oxigenación y humedad que permitieron desarrollar una biomasa microbiana capaz de generar temperaturas termófilas mayores a 55 oC, excediendo los 15 días consecutivos, en los puntos localizados en la parte superior de las pilas. Sin embargo, en las PE no se alcanzó la temperatura crítica recomendada de 55 oC durante al menos 3 días, no pudiéndose garantizar la completa destrucción de los patógenos. Al finalizar el compostaje la temperatura disminuyó a niveles cercanos a la temperatura ambiente, después de haber transcurrido 60 días en las PV y 80 días en las PE, indicando que en las primeras el proceso fue más rápido. Es recomendable que la temperatura sea registrada en varios puntos y a distintas profundidades en el interior del material a compostar.
Las PV mostraron una pérdida mayor de masa y volumen que las PE aunque no se observaron diferencias significativas en el contenido de CT y NT, entre ambas tecnologías de compostaje. En términos de índices de maduración, las relaciones C/N y N-NH4+/N-NO3- fueron similares entre los dos tipos de pilas e inferiores a los valores límites recomendados internacionalmente, lográndose por lo tanto un compost estable y maduro. Sin embargo, para reducir el nivel de riesgo humano y contaminación ambiental, es necesario evaluar en futuras experiencias la madurez del compost en relación a la presencia de sustancias potencialmente tóxicas y organismos patógenos.
AGRADECIMIENTOS
Este trabajo fue financiado en el marco del Proyecto de Investigación denominado Optimización de estrategias sustentables para el manejo de producciones hortícolas de la provincia de Bs.As. (INTA-AUDEAS).
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