Opinión: «La Ciencia, la Tecnología y el Arte»

Por: José Luis Panigatti (AACS)

José Luis Panigatti reflexiona acerca de los concursos fotográficos de suelos organizados por la AACS.

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La Asociación Argentina de la Ciencia del Suelo celebró sus 50 años (2010) con varios acontecimientos, entre ellos con un Concurso nacional de fotografías. La idea era ampliar los límites de acción de la AACS, dar opciones a los asociados y público en general, además de artistas a participar con obras personales y su visión sobre el suelo. Fue una apertura para que el arte se sumara a la ciencia y la tecnología, que resultó muy auspiciosa y estimulante. La cantidad, calidad y variedad de obras presentadas es digna de destacar, porque fueron unas 300 presentaciones, de  más de 15 provincias, variados ambientes y composiciones y algunos artistas de renombre nacional e internacional. A estos indicadores (calidad y cantidad) se suman las solicitudes para exponer las obras premiadas y seleccionadas en varias ciudades e instituciones; resultados que nos comprometieron y desafiaron a seguir en esta línea.

El segundo Concurso (2012) abarcó el ámbito latinoamericano más España y Portugal, donde alcanzamos las 500 presentaciones desde 14 países. Algunas obras del I y II Concurso están en exposición, por un año, en el Consejo Profesional de Ingenieros Agrónomos en su sede de Buenos Aires.

En julio y agosto de 2014, la muestra del III Concurso de Fotografías sobre Conservación de Suelos la estamos exponiendo en el Museo de Ciencias Naturales Bernardino Rivadavia de la ciudad de Buenos Aires. Esta muestra luego irá a la Facultad de Agronomía de la UBA, está solicitada por FEDIAP, la Universidad Nacional de Río IV, además de haber sido expuesta en INTA Paraná, durante las Jornadas del Día Nacional de la Conservación del Suelo, el 7 de julio.

En las tres convocatorias se superaron las 1.000 presentaciones, los distintos jurados, integrados por profesionales de la fotografía y de la agronomía, seleccionaron y premiaron las obras de las correspondientes categorías y se logró un fluido intercambio con los participantes. A las mencionadas exposiciones se suman otras solicitudes para itinerar en varias instituciones y ciudades. Lo mencionado nos muestra que estamos logrando los objetivos propuestos en el inicio, el de ampliar la mirada y participación, más allá de los socios o especialistas, quienes se motivaron, pensaron, actuaron y retrataron aquello que consideraron apto para el concurso. Ahora, otra parte de la sociedad recibe estas obras y miradas al suelo cuando visita y participa en las muestras.

La AACS incorporó a su patrimonio unas 40 obras entre los premios adquisición y donaciones, las que están disponibles para seguir itinerando, llevar los mensajes referentes al suelo y seguir sumando arte a la ciencia y tecnología. Este es un resultado que queremos destacar dado que constituye un capital y testimonio de esta relación virtuosa.
Podemos decir en esta instancia que hemos logrado el objetivo inicial, se están ampliando las fronteras tanto de las visiones (participantes) como las presentaciones (muestras), las categorías en cada convocatoria y el patrimonio de la AACS. Hasta ahora podemos afirmar: Misión cumplida. ¿El futuro?: Depende de nosotros y las habilidades para mantener los estímulos.

Ing. Agr. J. L. Panigatti Buenos Aires, diciembre 2014